El grupo reiteró su apoyo al gobierno de la nación caribeña y demandó el cese de esa política unilateral y genocida, tras 60 años de su aplicación y cerca de tres décadas de su condena internacional, en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El movimiento solidario reconoció los avances de la isla, pese a la imposición de esas sanciones, entre ellos, la erradicación de la pobreza extrema y el hambre, la enseñanza universal y gratuita, la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer.
También señalaron la reducción de la mortalidad de los niños menores de cinco años y el actual enfrentamiento a la pandemia Covid-19, con candidatos y vacunas propias y luego de la implementación, durante la administración de Donald Trump, de 243 nuevas medidas.
La Red consideró que el bloqueo afecta a todos los sectores de la economía, con pérdidas millonarias, e impide el acceso a insumos, productos y servicios del mercado internacional, imprescindibles en el normal desarrollo de la isla caribeña.
La agrupación recordó, asimismo, las constantes agresiones de Washington y el impacto del cerco para las familias de cubanos residentes en el exterior, al constituir una medida violatoria de los derechos humanos y dificultar la comunicación, viajes, visas y reunificación.
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