Los cuerpos sin vida fueron descubiertos en la localidad de Ipsala, limítrofe con territorio heleno, y forman parte de un grupo de 22 irregulares rechazados por las unidades fronterizas de ese país, según denunció la víspera el ministro del Interior de Turquía, Süleyman Soylu, quien acusó a dichas fuerzas de procederes inadecuados.
Aún se desconoce la nacionalidad de los indocumentados, según Soylu, quien afirmó en Twitter que la Unión Europea (UE) está desesperada, débil y no tiene humanidad ante esa situación.
Las unidades fronterizas griegas matan a los oprimidos, agregó el ministro en un mensaje difundido en la citada red social.
Por su parte el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró hoy que no es la primera vez que se descubren expulsiones en caliente desde suelo heleno, y ratificó el silencio cómplice de la UE ante ese hecho.
El cauce del río Evros a la altura de Ipsala es un lugar de paso habitual para migrantes irregulares desde hace años, pero las fuertes corrientes y el frío cobran víctimas con frecuencia, sobre todo en invierno.
Ankara denuncia casi a diario situaciones similares y culpa a Atenas por ellas, hecho que agrava un diferendo de larga data con el país vecino y que abarca otros ámbitos de las relaciones bilaterales.
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