En una declaración que evidencia el control que aún ejerce el expresidente Donald Trump sobre la organización, el Comité Nacional Republicano (RNC por sus siglas en inglés) censuró además a los representantes Liz Cheney y Adam Kinzinger.
Ambos congresistas se sumaron a la investigación del ataque y condenaron el rol del mandatario en aquel momento por difundir mentiras sobre un presunto fraude electoral en los comicios presidenciales del 3 de noviembre de 2020 donde resultó derrotado por el demócrata Joe Biden. Durante su reunión de invierno en Salt Lake City, en Utah, en un acto sin precedentes, el RNC reprendió a Cheney (miembro de la Cámara de Representantes por el distrito congresional de Wyoming) y Kinzinger (Illinois) por participar en “la persecución de ciudadanos corrientes involucrados en un discurso político legítimo”.
“Cruzaron la línea”, dijo la presidenta del RNC, Ronna McDaniel, al referirse a los dos legisladores de la fuerza roja.
En un comunicado previo a la aprobación de la resolución, Cheney afirmó que semejante medida marcaba “un día triste” para el partido de Abraham Lincoln.
Si el precio de estar dispuesto a decir la verdad y llegar al fondo de lo que sucedió y asegurarme de que los responsables rindan cuentas merece una censura, “es entonces cuando definitivamente voy a seguir defendiendo aquello que creo es lo correcto”, subrayó.
Por su parte, Kinzinger publicó en Twitter que ahora está más dispuesto que “nunca a combatir conspiraciones y mentiras”.
El 6 de enero de 2021 miles de seguidores de Trump se dirigieron hasta la sede del Congreso para tratar de impedir la certificación de la victoria de Biden, un hecho que no pocos analistas consideraron el peor asalto a la democracia de Estados Unidos.
Los simpatizantes del entonces ocupante del Despacho Oval –tildados de “turba” en medios locales- accedieron de forma violenta al complejo del Capitolio donde causaron innumerables destrozos y obligaron a los legisladores a protegerse y huir del recinto.
El diario The New York Times advirtió que la declaración es “el esfuerzo más contundente del partido hasta el momento para minimizar los disturbios, así como el intento de Donald Trump y sus aliados de invalidar las elecciones de 2020″.
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