Así lo señaló este sábado un análisis publicado en Diario Latinoamericano en el cual el autor, José Oro, manifiesta que para lograr ese objetivo los medios al servicio de la Casa Blanca crean una crisis y “magnifican, mienten y encienden el fuego” contra Moscú.
Constantemente la prensa norteamericana muestra imágenes satelitales de supuestas concentraciones de tropas rusas en la frontera con Ucrania, acompañadas de fotos del presidente de Rusia, Vladímir Putin, como promotor de las nuevas tensiones, señaló el artículo de opinión.
Oro advierte que si el enfrentamiento armado entre el ejército ucraniano y las fuerzas separatistas apoyadas por Rusia se convierte, por error de cálculo o diseño, en una guerra convencional entre Rusia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), esta podría convertirse rápidamente en un conflicto nuclear.
El texto, dividido en seis partes, explica los intereses reales de Washington al impulsar una estrategia de “guerra fría” contra Moscú y resalta el apoyo del gobierno norteamericano a Ucrania así como el envío de refuerzos a la OTAN con cada vez más efectivos.
El análisis apoya al Kremlin cuando afirma que la política actual de Estados Unidos y del bloque militar aliado presente en suelo ucraniano corre el riesgo de cruzar las “líneas rojas” de seguridad de Rusia.
Además, precisa que a pesar de esfuerzos diplomáticos, poderosas fuerzas institucionales y económicas, como Lockheed-Martin, Boeing, Raytheon Technologies, General Dynamics, Northrop Grumman, United Technologies, entre otros muchos, están ansiosas por una nueva guerra que les proporcione ganancias.
Se ciernen nubes de tormenta sobre Europa Central y Oriental, pero esta no es una tormenta cualquiera, es una perturbación que puede acabar con la humanidad, aseveró el autor al referirse a las implicaciones de un conflicto de esa magnitud.
Respecto al papel de los medios de comunicación, el Kremlin rechazó este sábado cómo la agencia Bloomberg publicó una noticia falsa sobre el supuesto inicio de una invasión suya al territorio ucraniano y consideró la estrategia mediática como un intento de aumentar la tensión.
Las declaraciones constantes sobre una posible intervención militar rusa es una matriz de opinión que el gobierno de Putin rechaza y asegura que sus tropas se mueven dentro de su territorio con fines puramente defensivos.
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