En diálogo con Prensa Latina, Valdés expresó “yo creo que el Sauto tiene algo muy especial porque aquí se han estrenado obras que luego han pasado por La Habana y otros lugares, incluso en concursos internacionales”.
Ha sido escenario, expresó, de probarse coreógrafos cubanos, quienes han tenido esa capacidad de experimentar antes de lanzarlo al mundo, con resultados exitosos y efctivos.
A juicio de Valdés, la audiencia que tienen Matanzas y este teatro audirotio aportan porque engrandece y alimenta al artista, al coreógrafo, al bailarín y “siempre ha sido así”.
“Y que mejor que venir incluso con jóvenes figuras que se estrenan en sus roles protagónicosm y es una forma para ellos de probar y mostrarse, y este es un buen escenario”, enfatizó.
Recordó que tras interrumpir el BNC su actividades, la de Matanzas “es la primera gira que hacemos fuera de La Habana y nada mejor que en el Teatro Sauto el cual tanto nos ha acogido y presenciado la historia del BNC”.
Preguntada por algún tipo de nostalgia en su rol de bailarina señaló: “No para nada, ya tendré tiempo de volver a la escena y estoy feliz en mi nueva etapa de madre, así que en mi calidad de directora al frente de la compañía lo que me corresponda”. El programa de este sábado incluirá obras de coreógrafos cubanos y extranjeros, como Love Fear Loss, La muerte de un cisne, el dúo de Otelo y Desdémona del Prólogo para una tragedia, Invierno, Suite géneris, y Majísimo.
Inaugurado el 6 de abril de 1863, el Teatro Sauto es una de la salas teatrales más relevantes de Cuba, símbolo y orgullo de Matanzas por su esplendor arquitectónico y jerarquía de artistas que han actuado en su tablado.
oda/wap