De acuerdo con un reporte de la AIE, ese resultado se debe en parte a la recuperación económica tras los cierres registrados en 2020, cifra que duplica la caída observada ese año.
Pero la oferta no logró mantener el ritmo, cuestión que combinada con interrupciones inesperadas condujo a mantener el mercado ajustado y con fuertes aumentos de precios, ello ocasionó una ralentización de la demanda en la segunda mitad de 2021.
El año, añade el texto, cerró con precios récord en Europa y Asia debido a tension en los suministro de gas natural como consecuencia de esa situación.
La demanda a corto plazo dependerá del clima durante el resto de la temporada de calefacción del hemisferio norte. En caso de la temperaturas normales, se espera que frene el crecimiento del mercado del gas natural por los precios más altos, opina la AIE,.
Los elevados costos del gas -por extensión de la electricidad-, perjudicaron a los consumidores, los servicios públicos y los mayoristas, y es probable que tengan un impacto negativo duradero más allá de la tensión estacional actual, pronostica la AIE.
Esos efectos, remarca, no se limitan a Europa ya que las economías emergentes son particularmente vulnerables y ya experimentan cortes de energía, destrucción de la demanda industrial y posibles problemas de suministro de alimentos debido a la falta de fertilizantes a base de gas.
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