Según denunció la organización sindical, “se llegó a un punto sin retorno”.
Las urgencias están “completamente atascadas y no podemos enviar a los pacientes a los servicios a los que deben ir”, explicó el delegado de personal de FO, Francois Sánchez.
En el día de ayer la dirección del centro pidió a los bomberos que instalaran temporalmente tres tiendas de campaña de emergencia, que permitan clasificar a las personas que llegan a urgencias “para que no se queden en los pasillos”.
Aunque estas carpas solo estarán dos días, para el responsable sindical “en 72 horas no se resolverá nada y volverá a surgir el problema porque ya no tenemos medios para alojar dignamente a los pacientes”.
Sánchez aseguró que en el hospital faltan “al menos 30 o 40 camas para poder funcionar correctamente”, pero también precisó que es necesaria la ampliación de la plantilla, sobre todo de sanitarios y doctores, para poder atender a la demanda actual.
El pasado jueves una situación similar se vivió en el Hospital Universitario de Burdeos, donde igualmente se tuvo que armar una carpa en el exterior para poder atender el exceso de personas llegados hasta la sala de emergencias.
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