Al evaluar el impacto global de esa enfermedad, el informe Perspectivas de la Economía Mundial de Naciones Unidas argumenta que la recuperación completa del Producto Interior Bruto (PIB) per cápita durante los próximos años será difícil para muchos países en desarrollo.
El análisis proyecta que en África y América Latina y el Caribe se registrarán brechas de un 5,5 y 4,2 por ciento, respectivamente, en comparación con las proyecciones anteriores a la pandemia.
Estos persistentes resquicios de producción exacerbarán la pobreza y la desigualdad y frenarán los avances en la consecución del desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático, apunta el texto.
Por el contrario, se espera que el PIB per cápita de las economías desarrolladas, en relación con las proyecciones anteriores a la pandemia, se recuperen casi por completo en 2023.
Del mismo modo, la dispar reactivación del mercado laboral y los ingresos entre los distintos sectores poblacionales agrava las desigualdades de ingresos dentro de los países, con un marcado descenso del empleo femenino, especialmente en las naciones en vías de desarrollo.
El estudio prevé que por lo menos en los dos próximos años los niveles de empleo se mantendrán muy por debajo de los anteriores a la pandemia, y subraya que la disponibilidad laboral en los países en desarrollo sigue débil, en medio de un menor progreso de la vacunación y un gasto de estímulo limitado.
Por ello, se pronostica una recuperación lenta del empleo tanto en África, como en América Latina y el Caribe y en Asia Occidental, regiones donde el ritmo de creación de puestos de trabajo no es suficiente para compensar las pérdidas anteriores.
Tal situación traerá como consecuencia que el número de personas en la pobreza extrema se mantenga muy por encima de los niveles anteriores a la Covid-19, y que la pobreza aumente aún más en las economías más vulnerables.
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