Más de 35 años después de que el país saliera de la dictadura de su padre, las encuestas mostraban que Marcos Jr. se dirige a una victoria aplastante en las elecciones presidenciales del venidero 9 de mayo.
Impulsado por una campaña masiva en las redes sociales y una alianza con la hija del actual mandatario, Sara Duterte, el senador prometió «unificar el país».
Necesitamos hablar y discutir lo que debemos hacer en los próximos años para devolverles los trabajos a las personas para que tengan dinero en sus bolsillos, dijo Marcos Jr.
Según las encuestas realizadas hasta ahora, la vicepresidenta Leni Robredo ocupa un distante segundo lugar en la preferencia de los votantes.
Robredo está por delante del famoso alcalde capitalino Francisco Domagoso, la superestrella del boxeo Manny Pacquiao y el exjefe de policía Panfilo Lacson.
La victoria de Marcos Jr. sería el regreso definitivo para la controvertida familia, que fue expulsada al exilio estadounidense después de la humillante caída del patriarca en 1986, dos décadas después de asumir el poder.
El dictador supervisó abusos generalizados contra los derechos humanos para mantener su control del país y permitir su saqueo masivo, con miles de personas asesinadas o torturadas, según gobiernos filipinos que le sucedieron.
Se espera que la campaña electoral no tenga tanto despliegue popular como de costumbre, por las medidas antiCovid-19 que rigen en la nación asiática.
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