El hijo del expresidente Ferdinand Marcos logró una victoria histórica en las elecciones presidenciales celebradas el lunes, según el recuento provisional con más del 80 por ciento de los votos escrutados.
Marcos, de 64 años, suma más de 30,5 millones de sufragios y dobla en papeletas a su más próxima perseguidora, Leni Robredo con 14,5 millones, según el recuento rápido y no oficial de la Comisión Electoral.
Por otro lado, Sara Duterte, la hija del actual mandatario filipino y alcaldesa de la ciudad sureña de Davao, es la compañera de fórmula para la vicepresidencia de Marcos Jr. en una alianza de los hijos de dos líderes calificados de autoritarios que preocupa a grupos de derechos humanos.
Expertos locales señalan que la recriminación y la negativa prevalecen entre los filipinos al considerar la posibilidad de otro Marcos como presidente, 36 años después de que millones de sus compatriotas expulsaran a su familia por saquear miles de millones de dólares del tesoro.
Mientras tanto, las protestas continúan fuera del edificio de la Comisión Electoral y los manifestantes sostienen carteles con frases como: Nunca más y Lucha contra Marcos, rechaza a Duterte.
En igual sentido, múltiples observadores electorales expresaron que recibieron informes de anomalías relacionadas con las elecciones desde la votación del lunes.
El mal funcionamiento de las máquinas de votación fue una de las mayores preocupaciones, y VoteReportPH, un organismo de control electoral, aseguró que las averías perjudicaron gravemente el proceso.
Sin embargo, todas las encuestas de opinión previas pronosticaron que Marcos ganaría por un amplio margen y de acuerdo con medios de prensa locales resulta poco probable que los informes de fraude y mal funcionamiento de las máquinas condicionen el resultado.
Se espera que el conteo de votos continúe hasta el viernes y el ganador de las elecciones asumirá el cargo el 30 de junio, para un único mandato de seis años como líder de una nación del sudeste asiático duramente golpeada por dos años de pandemia de Covid-19 y confinamientos.
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