Un vocero militar explicó a la agencia oficial de noticias Saba que durante los combates los opositores sufrieron fuertes pérdidas tanto en hombres como en material.
Por su parte, el portal noticioso Al Hadath informó que los militares repelieron un contrataque de los hutíes en la región sureña de la provincia central de Marib, epicentro de una ofensiva de los rebeldes desde hace un año.
De forma paralela, las fuerzas que respaldan al presidente Abd Rabbu Mansour Hadi continúan el avance en el frente del noroeste de Marib, precisó el medio de prensa.
El pasado mes el Ejecutivo celebró la recaptura de la sureña provincia de Shabwa, tras una ofensiva del Ejército y la Brigada de los Gigantes, una unidad respaldada por Emiratos Árabes Unidos.
Días después, el brigadier saudita Turki Al Maliki, vocero de la coalición árabe que respalda al Gobierno yemenita, anunció una ofensiva en todos los frentes contra los hutíes.
Como parte de esas acciones, arrebataron a la milicia diversas áreas de Marib, entre ellas el distrito de Huraib.
Además de su riqueza petrolera y su población (tres millones, incluyendo un millón de refugiados) esa provincia es clave pues representa el último gran reducto controlado en el centro de esta nación por las fuerzas de Hadi.
La guerra comenzó en 2014, cuando los rebeldes se levantaron en armas y ocuparon grandes extensiones del país, incluida su capital, Saná.
Al año siguiente una coalición árabe, encabezada por Arabia Saudita, intervino en el conflicto en respaldo de Hadi.
Según la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, dos tercios de la población, unos 20 millones de personas, dependen de la asistencia humanitaria y el 80 por ciento vive por debajo del umbral de pobreza.
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