El 8 de febrero de 1962 la policía francesa, siguiendo órdenes del prefecto Maurice Papon, cargó contra miles de personas que pedían en París el fin de la guerra en Argelia, provocando la muerte de nueve de ellas, sindicalistas de la Confederación General del Trabajo (CGT) y miembros del Partido Comunista (PCF), y dejando centenares de heridos.
Seis décadas después, Emmanuel Macron se convierte en el primer presidente del país en rendir homenaje “a la memoria de las víctimas y de sus familias” de aquella manifestación pacífica, según manifestó el jefe del Estado en una breve declaración realizada hoy.
Además, el prefecto de policía de París, Didier Lallement, depositó una corona de flores en nombre del presidente en una ceremonia celebrada en el cementerio de Pere Lachaise.
Este homenaje “se inscribe en un proceso global de reconocimiento de todas las memorias vinculadas a la guerra de Argelia y que pretende construir esta memoria común”, señalaron fuentes de la presidencia.
Otro acto tendrá lugar en la boca de metro de Charonne, donde ocurrió la mortal carga policial, y donde estarán presentes el secretario nacional del PCF Fabien Roussel, el secretario general de la CGT, Philippe Martinez, y el presidente de la Asociación Nacional para la Protección de la Memoria de las Víctimas de la OAS, Jean-Francois Gavoury.
El pasado 16 de octubre, Macron llevó a cabo otro gesto simbólico ante el 60 aniversario de la masacre de varias decenas de manifestantes argelinos en París, declarando que esos “crímenes” cometidos “bajo la autoridad de Maurice Papon” son «inexcusables para la República».
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