Volvemos al camino con la adarga al brazo, para multiplicar la verdad que pretenden silenciar, expresó la periodista argentino-española residente en esta capital a Prensa Latina.
Nuestro equipo trabajó sin parar durante 11 días, dijo Ramírez al explicar que fue necesario rediseñar la página digital.
“Ya logramos recuperar nuestros archivos del 2012 al 2022, que es nuestra memoria y nuestro patrimonio más importante”, subrayó.
Nuestras portadas, los periódicos y suplementos impresos son como una instantánea de las luchas, avances, retrocesos y victorias de nuestra América morena, comentó.
Quisieron borrarnos de cuajo –añadió la periodista-, y solo lograron despertar una inmensa solidaridad hacia nuestro medio, obligarnos a tomar recaudos de seguridad y aumentar nuestros lectores.
Ramírez gradeció el apoyo que recibió de la Unión de Periodistas de Cuba, Prensa Latina y todos los medios en la isla, así como “aquellos con los que estamos asociados en la batalla por un periodismo veraz y contrahegemónico”.
Tal como lo denunciaron, el pasado 27 de enero la web fue silenciada arbitrariamente por el servidor Lino de Canadá, en el que se hospedó por más de un año.
“Dos días antes emitieron un único mensaje por correo electrónico -que no pudimos leer ya que fue spam-, en el que nos daban 48 horas para irnos. Igual que un desalojo forzoso”, señaló.
El mensaje emitido sin pudor alguno, pone al desnudo el carácter extraterritorial del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, la obediencia, la hipocresía y el doble rasero de quienes hacen gala de paladines de la libertad de prensa y el derecho a la información, apuntó entonces.
Esos -añadió- “se inclinan sumisos ante la ilegalidad del bloqueo más cruel y despiadado de la historia contra un país, sobre el que se miente constantemente para intoxicar a la opinión pública”.
Un comunicado a los lectores publicado en el sitio (cubaenresumen.org) advirtió: “Nos dieron un golpe duro, como cuando asaltan una casa por completo o un tornado arrasa con todo».
Pero «no contaban con la enorme solidaridad recibida dentro y fuera de Cuba, ni nuestra capacidad para levantarnos y volver con más fuerza y mejor que antes”, concluyó el texto.
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