La Administración de Aduanas dijo que dejará de recibir las declaraciones para el traslado de dicho producto, sin ofrecer más detalles del asunto.
Según registros oficiales, solo una empresa lituana exporta el alimento al estado oriental, que es el mayor importador mundial de la carne de res.
China y Lituania atraviesan fuertes tensiones desde julio pasado y se agravaron luego cuando se hizo efectivo el establecimiento de la oficina taiwanesa en el territorio bálcanico.
Beijing degradó en noviembre pasado al nivel de encargado de negocios los nexos diplomáticos, indicó que se trataba de una contramedida legítima en defensa de su soberanía e integridad territorial, y precisó que toda la responsabilidad recaía en la nación europea.
En medio de la controversia, Lituania sacó en diciembre a todo su personal diplomático aquí, alegó problemas de seguridad y también la prohibición a ciudadanos nativos para trabajar en la embajada.
También acusó a China de coerción económica y la Unión Europea presentó una demanda contra la nación asiática sobre el tema ante la Organización Mundial del Comercio.
El gigante asiático negó todos esos argumentos y los calificó de denuncias fabricadas.
Analistas locales avizoraron la repercusión de la disputa en el intercambio económico-comercial y además un aislamiento de Vilna en los foros internacionales, pues no podrá contar con apoyo de Beijing.
Algunos reportes mencionaron la salida de empresarios chinos y de otros países de Lituania, por temor a que un agravamiento de las tensiones repercute en los negocios.
Beijing consideró una injerencia en sus asuntos internos las decisiones de Vilna, denunció la mano de Estados Unidos detrás de cada acción e incluso deploró posteriores declaraciones del canciller lituano, Gabrielius Landsbergis, en Washington sobre reducir la dependencia de China.
mem/ymr