De acuerdo con el informe elaborado por la Fundación para la Seguridad de la Comunidad (CST, siglas en inglés), que monitorea las amenazas contra la población judía en el país, la cifra representa un aumento del 34 por ciento con respecto al año anterior, y la más alta jamás reportada desde que comenzó a llevar esas estadísticas en 1984.
Entre los ataques reportados destacan 176 de naturaleza violenta, entre ellos tres que provocaron daños físicos a las víctimas, y 82 actos de vandalismo y profanación contra propiedades de ciudadanos hebreos.
Las escuelas y universidades tampoco escaparon al antisemitismo, con 182 y 128 incidentes reportados, respectivamente, mientras que también hubo un aumento de los ataques online.
Estas cifras récord de racismo antijudío reportados por la comunidad a la CST y a la policía demuestran cuán difícil fue el año pasado para los judíos que viven en Reino Unido, afirmó el director ejecutivo de la entidad, Mark Gardner.
La organización no gubernamental atribuyó el incremento de los ataques al rechazo que generó entre los británicos los bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza en el verano pasado.
La ministra británica del Interior, Priti Patel, dijo, por su parte, que las estadísticas divulgadas por la CST son un claro recordatorio de que el racismo y el antisemitismo no han sido erradicado, al tiempo que prometió seguir apoyando el trabajo de esa entidad y de la policía para asegurarse de que los autores de esos crímenes de odio respondan ante la justicia.
La diputada laborista Ivette Cooper, quien se desempeña como contraparte de Patel en el gabinete opositor, lamentó el incremento de los incidentes antisemitas, y llamó a tomar medidas urgentes para enfrentarlos, ya sea en las calles, escuelas o en las redes sociales.
El odio es inaceptable en cualquiera de sus formas, y es nuestra responsabilidad erradicarlo de una vez por todas, sentenció.
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