De acuerdo con la investigación realizada por expertos de la Universidad estadounidense de Boise, Idaho, para fines de siglo, el 25 por ciento más pobre de los habitantes del planeta será víctima de estos fenómenos meteorológicos a una tasa equivalente al resto de la población combinada.
El análisis alertó acerca del crecimiento de la desigualdad en relación a la adaptación al cambio climático pues, según reveló, las personas con peores entradas monetarias enfrentarán, como promedio, 23 días más de olas de calor por año que aquellas ubicadas en el segmento de ingresos más altos para 2100.
Comparativamente, especificó, la cuarta parte más acomodada experimentará pocos cambios, ya que su capacidad para mantenerse al día con el calentamiento global es generalmente mayor en términos de acceso a medios tecnológicos para mitigar sus efectos.
“Esperábamos una discrepancia, pero ver a una cuarta parte del mundo enfrentando tanta exposición como las otras tres cuartas partes combinadas fue sorprendente”, declaró Mojtaba Sadegh, autor principal del estudio.
La indagación tomó en cuenta datos históricos de disponibilidad monetaria, registros climáticos, entre otros aspectos, para cuantificar el nivel de exposición a olas de calor que enfrentan los individuos con diferentes niveles de ingresos en todo el mundo.
Asimismo, los investigadores combinaron esas observaciones con modelos del clima para predecir la incidencia de este fenómeno en las próximas ocho décadas.
Las conclusiones se suman a un creciente cuerpo de evidencia que revela cómo las poblaciones con menos responsabilidad sobre cambio climático a menudo son las más afectadas por sus impactos.
“Necesitamos crear conciencia sobre los peligros y la seguridad térmica, y mejorar los sistemas de alerta temprana y el acceso a esos sistemas de alerta temprana”, remarcó Sadegh a propósito de los resultados del análisis.
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