Enero de 2022 fue el peor mes para el bosque, pues hubo 430 kilómetros cuadrados de áreas bajo alerta y hasta entonces el peor primer mes de año registrado por el gobierno federal fue el de 2020, con 284 kilómetros cuadrados en esa condición.
Entre los ocho estados incluidos en la llamada Amazonía Legal, Mato Grosso fue el de peor resultado, con 147 kilómetros cuadrados dañados, seguido de Rondônia (116), Pará (67) y Amazonas (44).
El Instituto del Hombre y Medio Ambiente de la Amazonía también calculó, con base en imágenes satelitales, que la deforestación en la región amazónica acumulada en 2021 fue de 10 mil 300 kilómetros cuadrados, un 29 por ciento superior que en 2020, según Brasil de fato.
De acuerdo con el Instituto de Pesquisa Ambiental da Amazonia, la devastación comenzó a acelerarse en el segundo semestre de 2018, a raíz del discurso de campaña de Jair Bolsonaro a favor del desmantelamiento de la fiscalización ambiental, llamada por el entonces candidato a la presidencia “industria fina del campo”.
La influencia de la impunidad ha contribuido a aumentar las infracciones ambientales en esta importante zona del planeta, según concluyó una encuesta realizada por académicos de siete instituciones.
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