Según el Plan Maestro de Turismo Sostenible, el recinto Ingeniero Roberto Woolfolk Saravia, aparece en el inventario de destinos imperdibles de esta zona del país y como referente didáctico para establecimientos educativos.
De ahí la reciente firma de un acuerdo de ampliación de escrituras para la donación del terreno que ocupa a favor del Inguat para poner en valor su muestra y mejorar la fachada y servicios al público, entre otros aspectos.
Woolfolk, entonces administrador del museo, gestionó en 1979 ante la municipalidad de Estanzuela la entrega de tres mil 878.54 metros cuadrados; sin embargo, para la formulación y aprobación de un proyecto integral de innovación era preciso tener la certeza jurídica total de la posesión del bien inmueble.
En declaraciones a la prensa, la directora general del Inguat, Anayansy Rodríguez, destacó entre las novedades la realización de un diseño de guion museográfico y museológico con el fin de renovar la institución fundada en 1974.
Dentro de sus salas de exposición resguarda esqueletos como el de un Mastodonte, mamífero herbívoro de la fauna Cenozoica, el de un Perezoso Gigante o Eremotherium, mamífero herbívoro de 3,60 metros de alto, y el de una ballena.
La muestra se complementa con objetos arqueológicos de la cultura maya de la región.
Su colección ocupa el sexto lugar en América en cuanto a armaduría de megaesqueletos fósiles, de acuerdo con el paleontólogo canadiense Gordon Edmund.
En 2021, el sitio recibió 22 mil 669 turistas nacionales e internacionales y el costo de ingreso es gratis.
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