Una persona ofensora se amparó en redes sociales en la identidad falsa @Rafal Ganowicz, nombre que se corresponde con el de un mercenario polaco con participación activa en Yemen y Congo Democrático.
Antes, la corredora olímpica Deborah Rodríguez sufrió insultos similares mientras entrenaba en un campo deportivo de Maldonado, lo que expuso en un video para condenar agresiones en medios digitales desde el anonimato en las que muchas veces se ven envueltos niños víctimas de discriminación y acosos.
Rosa manifestó al diario La R que “el insulto racista es repudiable y punible, previsto en el Código Penal” y condenó a internautas que en lugar de manifestar sus discrepancias con las opiniones de la organización que dirige, optaron por otro camino.
“Hay muchas cuestiones que tienen que ver con actos discriminatorios, que están solapadas en el ámbito social y que, bajo la presunta impunidad que ofrecen las redes sociales, se prestan a que se actúe utilizando nombres o cuentas falsas”, recalcó.
La Asociación que preside apoyó la confiscación dispuesta por una fiscal de audios grabados de una violación grupal a una mujer que se transmitió en una emisora radial por un periodista de enfoques escandalosos.
Tal diligencia siguió a una denuncia por un grupo de legisladores del Frente Amplio de quebrantamiento de la Ley sobre violencia de género que penaliza la difusión de actos privados sexuales sin consentimiento de los participantes y en horarios proscritos por audiencia infantil.
Sin embargo generó una polémica en medios informativos sobre la reserva de fuentes de información, cuya garantía constitucional el Fiscal de Corte Juan Gómez, ratificó, al tiempo que el ejercicio profesional respetuosa de las leyes.
El 30 de enero a raíz de los ataques a la atleta afrodescendiente, la dirigente de la Asociación Cultural y Social Uruguay Negro, Amanda Espinosa, instó a denunciar ante la justicia todo acto de racismo.
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