El órgano rector del fútbol mundial también impuso multas a las federaciones de ambos países y suspendió a varios jugadores argentinos por incumplimiento de los protocolos sanitarios.
Después estudiar el caso por varios meses, el ente concluyó que «el abandono del choque se debió a varias deficiencias de las partes involucradas en sus respectivas responsabilidades y/u obligaciones, por lo cual debe repetirse en la fecha y el lugar que decida la FIFA».
El organismo también condenó a la Confederación Brasileña (CBF) y a la Asociación Argentina (AFA) al pago de multas de 400 mil y 125 mil euros, respectivamente, «por incumplimiento de obligaciones en materia de orden y seguridad».
Asimismo, ambas federaciones deberán abonar 40 mil 000 euros cada una como consecuencia de la suspensión del partido.
Por su parte, los jugadores argentinos Emiliano Buendía, Emiliano Martínez, Giovani Lo Celso y Cristian Romero recibieron una suspensión de dos partidos cada uno por «no cumplir con el Protocolo de Partidos Internacionales de Regreso al Fútbol de la FIFA».
El juego del 5 de septiembre en San Pablo fue detenido cinco minutos después de empezar cuando autoridades sanitarias brasileñas ingresaron a la cancha para objetar la participación de los referidos cuatro futbolistas argentinos, acusados de no cumplir con las normas vigentes por la pandemia de Covid-19.
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