De acuerdo con un comunicado divulgado por la cancillería local, en el evento previsto para el mes próximo participarán países donantes, los organismos de Naciones Unidas y representantes de la sociedad civil afgana.
La conferencia será un espacio importante para que la comunidad internacional intensifique sus esfuerzos por detener la creciente crisis humanitaria en Afganistán, afirmó la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss.
El subsecretario general para Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, agradeció el apoyo de Londres en la organización de la cumbre virtual, e invitó a los donantes internacionales a unirse a la campaña por la vida y el futuro de los afganos, y advirtió que cada día que pasa representa más miseria para el pueblo afgano.
El gobierno británico también se comprometió a aportar más de 380 millones de dólares en ayuda de emergencia para Afganistán.
Según el Programa Mundial de Alimentos, 8,7 millones de personas en el país centroasiático corren el riesgo de morir de hambre tras el empeoramiento de la seguridad alimentaria causado por la sequía, la pandemia de Covid-19 y el conflicto armado interno.
El movimiento islámico Talibán que recuperó el poder en agosto del año pasado tras luchar durante 20 años contra la coalición internacional liderada por Estados Unidos culpa a las sanciones económicas impuestas por los países occidentales de la crisis humanitaria.
Como parte de esas medidas, Washington congeló siete mil millones de dólares que el gobierno afgano guardaba en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York.
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