La comisión presidida por Marino Sinibaldi, presidente del Centro para el libro y la lectura y compuesta por Gerardo Casale, Stefano Eco, Cristina Loglio e Valentina Sonzini , confirió esa condición a la ciudad italiana de la noroccidental región del Piamonte, fundada con el nombre de Eporedia por los romanos en el año 100 antes de nuestra era.
La Capital del Libro es un mecanismo virtuoso que irá creciendo por años como Capital de la Cultura y con el tiempo se entenderá que también es un título haber sido finalista, argumentó el titular.
En tal sentido Franceschini, acorde con una nota de ese Ministerio, agradeció a los alcaldes de los municipios de Aliano, Barletta, Costa di Rovigo, Nola, Pescara, Pistoia y de Pordenone por su participación.
La candidatura de Ivrea destaca por su capacidad de interconectar las múltiples energías del territorio, de abrirse a la dimensión internacional y proponerse como un lugar donde se imagina el futuro del libro y de la lectura, consideró el jurado.
También apreció el extraordinario patrimonio cultural y tecnológico de la ciudad, que exhibe como motor del proyecto de ciudad capital y como inspiración de una visión que puede convertirse en modelo a la altura de nuestros tiempos.
Ponderó, además, la atención a las nuevas dimensiones digitales de la experiencia cultural representa una fortaleza adicional que se pondrá a disposición no solo de la comunidad local.
La atención a las actividades de comunicación hará que el título de Ciudad Capital del libro sea cada vez más significativo, señaló el jurado y destacó su contribución a la cultura, y en particular en la cultura del libro y de la lectura, como un elemento de cohesión.
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