En declaraciones a la prensa tras su diálogo de este viernes con su homólogo belaruso, Alexandr Lukashenko, en el Kremlin, el mandatario precisó que el grupo de alto nivel encargado de coordinar los vínculos bilaterales mostró buenos progresos.
Expresó que las conversaciones se llevaron a cabo “en un ambiente constructivo y empresarial, amistoso, como se ha desarrollado durante muchos, muchos años”, informó el sitio oficial de la presidencia en Internet.
Recordó que Rusia y Belarús son buenos vecinos, aliados cercanos y socios estratégicos, cuya cooperación se basa en los principios de respeto mutuo, apoyo y consideración de los intereses de la otra parte.
Putin manifestó que en el diálogo analizaron en detalle la necesidad de fortalecer el espacio de defensa común y coincidieron en seguir tomando medidas colectivas para garantizar su seguridad ante la creciente actividad militar de la OTAN cerca de sus fronteras.
Aseguró que los ejercicios conjuntos ruso-belarusos Resolución Aliada 2022, que terminarán el próximo domingo, tienen un carácter puramente defensivo y no suponen una amenaza para nadie.
El mandatario anfitrión señaló que los ministerios de Defensa de ambos países habían anunciado la intención y el propósito de todas estas maniobras planificadas con mucha antelación.
“Hay muchos representantes, agregados (militares)…extranjeros en estos eventos que están viendo los acontecimientos con sus propios ojos”, advirtió.
El presidente belaruso comentó que discutió con Putin posibles respuestas conjuntas a las acciones agresivas de los países occidentales y recalcó que ambas naciones se mantendrán firmes ante la guerra híbrida que se desató en su contra.
“Por primera vez en décadas, desgraciadamente, estamos al borde de un conflicto que puede absorber todo el continente como un vórtice”, dijo.
Alertó sobre “la irresponsabilidad y la ignorancia de algunos políticos occidentales, y el comportamiento de los líderes de los países vecinos” que están manifestando un deseo “doloroso de caminar al límite”.
Lukashenko insistió en que ni los rusos ni los belarusos quieren una guerra o “el agravamiento de la situación y conflictos algunos”.
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