En la declaración final de su 32 conferencia, el organismo pan-árabe reiteró su “firme posición en favor de Palestina, y su apoyo permanente y continuo a la causa” de ese pueblo.
El texto condenó la estrategia de colonización israelí en Cisjordania y Jerusalén oriental al recordar que esos asentamientos son ilegales, según las normas y el derecho internacional.
También, denunció “la política de limpieza étnica llevada a cabo por la ocupación” israelí.
Ante esa situación, llamó a los diversos foros internacionales, en especial los parlamentos, a condenar los crímenes de Tel Aviv y llevar a sus perpetradores ante la justicia.
No habrá paz, seguridad ni estabilidad en la región mientras el pueblo palestino carezca de sus plenos derechos, los principales de los cuales son la libre determinación y el retorno de los refugiados, advirtió.
Al respecto, llamó a la ONU a detener la limpieza étnica en Jerusalén este, en especial en los barrios de Silwan y Sheikh Jarrah, epicentro de la lucha contra el desalojo de los palestinos.
Precisamente, desde hace una semana la tensión escaló en Sheikh Jarrah ante las provocaciones de Itamar Ben Gvir, un legislador de la ultraderecha israelí que instaló su oficina allí, lo cual levantó una ola de protestas de los palestinos y el respaldo de los nacionalistas judíos.
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