Aunque la situación en Bosnia-Herzegovina nunca ha sido fácil, ahora las tendencias separatistas son realmente muy preocupantes, señaló este domingo Borrell a la prensa europea.
Borrell recordó que el acuerdo de paz de Dayton, que puso fin a la guerra de Bosnia tiene más de 25 años de vigencia, pero aún no ha logrado borrar las marcadas diferencias entre las comunidades serbias, croatas y bosnio-musulmanas que componen la nación.
La guerra de Bosnia, mató a más de 100 mil personas y dejó a millones sin hogar en la peor carnicería en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
El acuerdo de Dayton estableció dos entidades gubernamentales separadas en Bosnia: una dirigida por los serbios de Bosnia y la otra dominada por los bosnios y croatas del país.
Los dos están vinculados por instituciones estatales compartidas, y todas las acciones a nivel nacional requieren el consenso de los tres grupos étnicos.
Sin embargo, el mes pasado Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra el líder serbobosnio Milorad Dodik, a quien acusa de abogar por que la parte de Bosnia dirigida por los serbios abandone el resto del país y se una a la vecina Serbia.
Por su parte, Dodik asegura que Estados Unidos lo acusa injustamente, y la parte serbia siempre ha cumplido con sus obligaciones dentro de las instituciones estatales compartidas.
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