Según una investigación publicada en el Journal of American Health Association, algunos pacientes llegan a la consulta con dificultad para tragar, mareos, dolores musculares, irritabilidad, tensión muscular, náuseas, respiración acelerada, sudoración, nerviosismo, temblores y desórdenes digestivos.
Todo esto provocado por el exceso de preocupación, pero su diagnóstico puede complicarse, pues aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
Las personas ansiosas y con tendencia a preocuparse deben prestar mayor atención a su salud cardiometabólica, explicaron los científicos.
Los expertos recomendaron algunas actividades que contribuyen a relajarse y olvidarse de las preocupaciones, dentro de las cuales están la meditación consciente, respiración profunda, charlar y hacer ejercicios.
El estudio indica que las personas deben evitar que las preocupaciones dominen su vida.
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