El ciclo, que continuará hasta el 27 de febrero en las salas 23 y 12 y Charlot de la capital cubana, procura destacar la impronta de quien fuera uno de los nombres inmensos en la cinematografía de su país y el séptimo arte universal.
La iniciativa emergió de la Cinemateca de Cuba y, al decir de su director, Luciano Castillo, comprende varios títulos íconicos de Kawalerowicz como la cinta prevista para la inauguración que narra la historia de las monjas endemoniadas de Loudum.
El programa comprende, además, el largometraje Faraón sobre el esplendor del antiguo Egipto; así como Celulosa, Tren nocturno, La posada y Quo Vadis, y el documental No me arrepiento de nada, que registra la última entrevista al realizador.
Al conocer sobre el ciclo cinematográfico, el encargado de negocios de la embajada de Polonia en La Habana, Michal Farsys, agradeció a la Cinemateca de Cuba la muestra homenaje a uno de los imprescindibles en la historia fílmica polaca.
Kawalerowicz nació en Dwozdziec, cerca de la frontera oriental de Polonia, en 1922 y falleció en 2007 dejando su huella como ayudante de dirección y director luego de una extensa nómina de películas, consideradas obras esenciales en el mundo del cine.
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