Las naves del régimen de Tel Aviv volaron este martes a baja altura sobre las ciudades sureñas de Sidón y Tiro, así como los sectores occidental y central de Bekaa sur y en algunos casos rompieron la barrera del sonido sobre localidades y pueblos, agregó el medio noticioso.
También pasaron por los cielos de las regiones meridionales de Nabatiyeh e Iqlim al-Tuffah.
En tales acciones, estiman los analistas, se refleja la soberbia de Israel por la impotencia del episodio con el dron Hassan, remitido la semana pasada por el Partido de Dios, que navegó hasta la profundidad de 70 kilómetros de la Palestina ocupada y regresó íntegro a su base en Líbano.
La tensión es notoria entre Líbano e Israel, tras amenazas del ministro de Defensa de Tel Aviv, Benny Gantz, de responder y atacar a Hizbulah por el referido avión no tripulado.
“Tengo un mensaje claro, Hizbulah está familiarizada con el pase de nuestros aviones y sus capacidades. Si estamos obligados a responder y atacar para defendernos, lo haremos y causaremos un gran daño”, dijo.
Gantz aludía a los centenares de veces que naves de guerra violan el espacio aéreo libanés en sus incursiones hacia Siria.
La Resistencia islámica libanesa constituye un escudo de protección del llamado país de los cedros, sobre todo después de victorias en 2000 cuando expulsó a los ocupantes israelíes y en 2006 que derrotó en 33 días una invasión de los vecinos del sur.
Expertos locales aseguran que el régimen de Tel Aviv lo piensa dos veces para otra agresión al reconocer que el ala armada del Partido Dios posee unos 150 mil cohetes capaces de golpear cualquier punto de Israel.
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