El medio noticioso citó al presidente Michel Aoun, quien rebatió acusaciones de un presunto repliegue de las posiciones libanesas en un diálogo con el régimen de Tel Aviv.
“Todo lo que se dice sobre la renuncia a los derechos fronterizos marítimos de Líbano carece de fundamento, porque quienes hablan del tema no saben lo que se dijo en las negociaciones”, precisó Aoun.
En cualquier caso, durante las conversaciones se preservarán los derechos y los recursos naturales de Líbano, agregó.
Las declaraciones del jefe del Estado libanés se producen mientras transcurre un plazo de cuatro a seis semanas que Estados Unidos dio al llamado país de los cedros respecto a sugerencias en la disputa fronteriza.
“Ya no hay más tarde. Este es el más tarde. Este es el último minuto”, expresó el enviado estadounidense, Amos Hochstein, en lo que estiman una presión rayana en el chantaje.
El intermediario norteamericano aconsejó a los libaneses que se concentren en lo que ganan y no en lo que pueden perder.
Fuentes citadas por Naharnet refieren que Hochtein ofreció un poco más que la demarcación diseñada en 2012 por Frederic Hof, aunque menor a las demandas de Beirut.
Según esos reportes, la línea de Líbano podría expandirse en líneas en zigzag dentro de los mil 430 kilómetros cuadrados, el reclamo actual de las autoridades del llamado país de los cedros.
“No hay regreso a la Línea Hof”, publicó el periódico al-Akhbar, en referencia a la imposición de Washington.
Israel y Líbano reanudaron a finales de 2020 negociaciones sobre un litigio en la frontera marítima, pero entraron en pausa por una rectificación que solicitó Beirut respecto a un mapa presentado por la ONU.
En la percepción general, los recursos de hidrocarburos en la jurisdicción marítima en disputa pudieran sacar a la llamada nación de los cedros de una crisis económica y financiera calificada por el Banco Mundial como una de las peores del planeta en 150 años.
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