Según un estudio, de introducirse un 15 por ciento sobre el precio de venta al por menor por unidad de alcohol, independientemente del tipo de licor que fuera se salvarían 133 mil vidas al año.
«Los impuestos sobre el alcohol son una de las políticas más rentables para reducir los niveles de consumo y los daños atribuibles”, subrayan los expertos.
Este tipo de fiscalización debe considerarse una medida sanitaria, y no un instrumento puramente económico, puntualizan los especialistas.
En toda Europa, el consumo de alcohol provoca cada año casi un millón de muertes por una amplia gama de causas, entre ellas las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y otras dolencias no transmisibles.
También se incluyen los males infecciosos y las lesiones, de hecho, precisan los expertos, cada día en Europa alrededor de dos mil 500 personas mueren a causa del alcohol.
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