Según informó el titular, se asignarán de inmediato 20 millones de dólares del Fondo Central de Respuesta a Emergencias de Naciones Unidas con el fin de satisfacer necesidades urgentes en ese territorio de Europa del Este.
El personal de Naciones Unidas está trabajando a ambos lados de la línea de contacto, siempre guiado por los principios de neutralidad, imparcialidad, humanidad e independencia, dijo a la prensa.
La ONU brindará ayuda humanitaria para salvar vidas a las personas necesitadas, independientemente de quiénes sean o dónde se encuentren, subrayó el titular.
En ese sentido, recordó que la protección de los civiles debe ser la prioridad número uno y llamó a evitar el flagelo de la guerra.
Guterres volvió a nombrar al presidente Vladimir Putin y pidió que detuviese el accionar de tropas rusas.
La víspera, en una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad, el secretario general llamó a la paz y decidió hacer recaer en Rusia toda la responsabilidad de la actual situación en Ucrania, justo en medio del aumento de las tensiones en la región del Donbass.
Esa reunión de anoche fue convocada luego de que Putin anunciara el inicio de una operación especial en dicha región, después de que los líderes de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Luhansk le pidieran ayuda militar a Moscú.
Durante un mensaje televisado, el mandatario explicó que las circunstancias obligan a tomar medidas decisivas e inmediatas: las repúblicas populares de Donbass se dirigieron a Rusia con una solicitud de ayuda y en ese sentido, ratificamos la asistencia mutua con Donetsk y Lugansk, recalcó.
Además, precisó que la operación militar está relacionada con la protección de Rusia de aquellos que toman a Ucrania como rehén.
Putin señaló que, a medida que pasan los años, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) crea sin contemplaciones amenazas fundamentales, expandiéndose hacia el este y acercando su infraestructura militar a las fronteras rusas.
Asimismo, señaló que según el Artículo 51 del capítulo siete de la Carta de la ONU, ninguna disposición de ese texto menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un miembro de Naciones Unidas, hasta tanto el Consejo de Seguridad tome las medidas para mantener la paz y la estabilidad global.
Moscú apuntó que lleva a cabo una operación especial para proteger las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk y para preservar la seguridad de Rusia, frente a la amenaza que representa la política belicista de la OTAN y su proyectado expansionismo hacia el este.
El origen del conflicto se remonta a febrero de 2014, cuando un golpe de Estado permitió la llegada al poder en Ucrania de un gobierno de derecha, apoyado por grupos neofascistas, que lanzó una operación de castigo contra la población sublevada de las regiones de Donetsk y Lugansk, con saldo de unos 13 mil muertos.
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