Días atrás Moscú reconoció la independencia de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk y anunció el envío de tropas para garantizar la integridad en esos territorios fronterizos, según el Kremlin.
La decisión provocó reacciones desde la UE que de forma casi unánime se alineó con el discurso de Occidente y anunció una escalada de sanciones contra Rusia.
En ese escenario países como Hungría, Rumanía y República Checa abrieron sus fronteras a ciudadanos procedentes de Ucrania que buscan escapar de la zona de conflicto.
Antes Polonia y Bulgaria anunciaron también su disposición a acoger refugiados, mientras la cúpula de la UE convocó a una cita al más alto nivel para evaluar el tema.
La presidenta del ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, anunció hoy, durante la reunión de emergencia, un paquete de medidas «masivas y selectivas» que el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, calificó como “el más fuerte y duro» jamás considerado por Bruselas.
Mientras el gobierno de Kiev decidió en esta jornada romper las relaciones diplomáticas con Moscú, según el mandatario ucraniano Vladimir Zelensky.
Durante un discurso hoy el presidente ruso Vladimir Putin, informó sobre las acciones en el Donbass, operación militar en defensa propia contra quienes manipulan a Ucrania, según sus palabras.
Los eventos de esta jornada no están relacionados con el deseo de infringir los intereses ucranianos, sino con la protección de aquellos que la tomaron como rehén y tratan de usarla contra nuestro país y su gente”, dijo Putin a la televisión de su país.
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