El decreto incluye que los residentes rusos no pueden otorgar préstamos a extranjeros en monedas foráneas y los exportadores tendrán que convertir en rublos el 80 por ciento de sus ingresos en divisas obtenidos a partir del 1 de enero de 2022.
Desde el 1 de marzo, los residentes rusos no pueden transferir fondos a cuentas extranjeras, ni pagar préstamos en bancos extranjeros.
Las empresas podrán rescatar las acciones en circulación solo si se cumplen ciertas condiciones en el país en el período hasta el 31 de diciembre, indicó el texto.
Además, dichas entidades estarán obligadas a notificar al Banco Central que van a comprar acciones.
Las personas pueden abrir cuentas bancarias de forma remota y transferir dinero entre cuentas de diferentes bancos. Las condiciones para la venta de divisas serán reguladas por el Banco Central.
Después que el mandatario ruso anunció una operación militar en Ucrania el 24 de febrero, Occidente impuso sanciones económicas y personales contra la nación euroasiática.
Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Japón y los países de la Unión Europea apuntaron a sectores clave del comercio, las finanzas, la energía, las exportaciones y la aviación de Rusia.
Las medidas se extendieron al propio jefe de Estado y al ministro de Asuntos Exteriores Serguéi Lavrov, establecieron la desconexión de algunos bancos del sistema Swift, el cierre del espacio aéreo europeo y de otros países para sus aerolíneas y la paralización de las reservas internacionales del Banco Central de Rusia.
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