Con esa frase, que generó la reacción de la bancada opositora Juntos por el cambio (alianza que representa al expresidente Mauricio Macri), Fernández llamó a investigar a los responsables de la deuda y defendió el reciente acuerdo logrado para refinanciar con el FMI el monto de 45 mil millones de dólares.
Durante su intervención en la apertura del 140 ciclo de sesiones ordinarias del Congreso, el mandatario se refirió al tema del FMI, uno de los que generaba mayor expectativas, y resaltó que lograron el mejor acuerdo que se podía.
Tras recordar que de aquel dinero tomado en préstamo no quedó nada, ni un puente, ni una carretera, solo una deuda externa impagable. Enfatizó que los compromisos asumidos en 2018 eran incumplibles y recordó que este año Argentina se había comprometido a pagar en concepto de capital e intereses 19 mil millones de dólares.
En 2020, dijo, logramos una exitosa restructuracion de la deuda privada extranjera, que nos ahorró más de 38 mil millones de dólares, ahora hemos llegado a un acuerdo con el FMI. Estamos dando un nuevo paso que no es el primero y no será el último, se trata de una deuda inmensa.
Al respecto, explicó que el nuevo acuerdo es una refinanciación de aquel préstamo que permitirá no usar en estos años recursos nacionales para pagar los compromisos y se usará el dinero del propio FMI que empezara a pagarse dentro de cuatro años y medio.
No resuelve el problema de la deuda pero da un paso importante en esa dirección. Se iniciarán los pagos en 2026 y terminarán de pagarse en el 2034. «Es un acuerdo sin políticas de ajuste y con incremento del gasto real en todos los años del programa».
Justo cuando Fernández se refirió a que la justicia investigue a quienes contrajeron la deuda, la bancada de Juntos por el Cambio se levantó en masa y abandonó el recinto. Antes, el presidente había señalado que en la Argentina de hoy se acabaron los tarifazos y tampoco habrá una reforma previsional, en referencia a las políticas implementadas por su antecesor.
En otro momento, se refirió también al veto de la oposición del presupuesto de 2022. Es muy ingrato ver los niveles de polarización política que están llevando a algunos compatriotas a debates y enfrentamientos estériles, manifestó el mandatario, tras recordar que el Congreso en 2010 dejó sin presupuesto a Cristina Fernández y ahora a él.
«Debo dejar tranquilo a los compatriotas, me dejaron sin la herramienta del presupuesto pero no me han quitado la decisión política de cumplir lo que prometimos a millones de argentinos en la campaña electoral», dijo entre aplausos.
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