Los vecinos cercanos deben ser capaces de superar la historia de un pasado que alguna vez fue desafortunado y cooperar para el futuro, señaló Moon en un discurso por el aniversario 103 del levantamiento nacional de Corea contra el régimen colonial de Japón.
Las relaciones diplomáticas entre Seúl y Tokio se han agriado desde 2019, cuando Japón impuso restricciones de exportación a Surcorea en aparente represalia contra los fallos judiciales que ordenaron a empresas japonesas indemnizar a víctimas surcoreanas de trabajos forzados.
Japón se convertirá en un país confiable solo cuando sea capaz de empatizar con las heridas de la gente de los países vecinos, que a veces se ven exacerbadas por un pasado que alguna vez fue desafortunado, dijo Moon.
Al respecto, el mandatario reiteró que su administración siempre mantendrá la puerta abierta al diálogo para unir fuerzas.
No solo por la paz y la prosperidad regional, sino también para responder a los desafíos globales que van desde la Covid-19 y la crisis climática hasta la crisis de la cadena de suministro y el nuevo orden económico, agregó.
Japón se niega a reconocer la esclavitud sexual forzada de las mujeres durante la colonización de la península de Corea, y sostiene reclamos territoriales sobre los islotes Dokdo, que llaman Takeshima.
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