Procedentes de gobiernos y organizaciones de empleadores y trabajadores, ese código actualizado podría desempeñar un papel decisivo en los países en los que la construcción es un motor económico para la recuperación de la pandemia de la Covid-19 y en los que las tasas de urbanización y el crecimiento de la población son más elevados.
También puede mejorar el atractivo del sector para nuevas generaciones de mujeres y hombres, ya que tiene en cuenta áreas del sector que requieren nuevas acciones en materia de salud y seguridad y otras medidas de protección en el trabajo, como la maternidad y la gestión de residuos y emisiones.
De acuerdo con la OIT, las empresas y los empleados de la construcción han sido muy afectados por la pandemia de la Covid-19, sin embargo, este sector tiene mucho potencial para estimular la recuperación, incluida la creación de empleo, al tiempo que puede hacer realidad una transición justa y sostenible hacia economías más verdes.
Las estimaciones conjuntas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la OIT reclaman un mayor compromiso para prevenir enfermedades y lesiones relacionadas con el trabajo, que fueron responsables de la muerte de 1,9 millones de personas en 2016.
Para la directora del Departamento de Políticas Sectoriales de la OIT, Alette van Leur, el nuevo repertorio de recomendaciones prácticas contribuirá a una recuperación de la pandemia centrada en el ser humano mediante el fortalecimiento de la salud y seguridad del trabajo en la construcción.
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