La obra denominada Wiwilí, palabra de origen misquita, y construida en la cuenca del Río Coco, el más largo del país y de la región, conecta a los departamentos de Nueva Segovia y Jinotega y demoró un tiempo aproximado de un año y 5 meses en su edificación.
De acuerdo con informaciones oficiales, el puente tiene 60 metros lineales terminados, de un total de 313 metros de largo, y 12.10 metros de ancho, con la inclusión de los andenes peatonales, y solo es superado por una conexión similar en Santa Fe, sobre el Río San Juan.
Según los mandos locales, la estructura resultaba un sueño para las familias de esas comunidades, sobre todo, por su incidencia en la mejoría del comercio, la producción, la ganadería y el turismo y representó para el ejecutivo nicaragüense una inversión cercana a los 30 millones de dólares.
El alcalde de Wiwilí, Juan Santiago Castillo, aludió a la repercusión del puente en el negocio de café y granos básicos, predominantes en la zona, y a la cimentación de carreteras, un proyecto priorizado por el gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Por su parte, la vicealcaldesa Sonia Sediles mencionó que la obra beneficiará de manera directa a más de 224 mil 757 pobladores de ambos departamentos, contribuirá a la generación de mejores condiciones para el transporte y a la disminución de los accidentes ante la crecida de los ríos.
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