«No renunciaremos jamás a continuar construyendo nuestro Estado socialista de derecho y justicia social, democrático, independiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos», afirmó Quintanilla en el 49 período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos.
El embajador subrayó en el Palacio de las Naciones que esa es la decisión del pueblo cubano, tomada hace más de 60 años y ratificada en 2019 en un referendo constitucional.
De acuerdo con Quintanilla, nada hará cambiar esta postura, en alusión al recrudecimiento por Estados Unidos del bloqueo económico, comercial y financiero y a sus más recientes planes de desestabilización.
El bloqueo constituye la más flagrante y masiva violación de los derechos humanos de todo un pueblo y el principal obstáculo para su desarrollo económico y social, advirtió.
En su intervención, el diplomático denunció el oportunismo de Washington, al aprovechar la pandemia global de la Covid-19 para recrudecer su cerco.
Más de 240 medidas hostiles fueron adoptadas por la administración de Donald Trump (2017-2021), decenas de ellas en plena crisis sanitaria, todas mantenidas por su sucesor en la Casa Blanca, Joseph Biden.
«La crueldad del bloqueo llegó a niveles nunca vistos. No solo obstaculizó las donaciones a Cuba para enfrentar la pandemia, sino que también intentó entorpecer el desarrollo de nuestras vacunas y el acceso a medicamentos e insumos básicos», detalló.
Quintanilla insistió en que Cuba sigue avanzando en medio de los esfuerzos estadounidenses de más de seis décadas de duración para provocar escasez económica y deteriorar el nivel de vida de la población, con el propósito de sembrar el caos y la desesperación como armas para derrocar al gobierno.
Pese a esto, Cuba es el primer país de la región y del Sur con tres vacunas propias contra la Covid-19 y el primero en el orbe en inmunizar a su población de entre dos y 18 años, señaló.
Asimismo, el embajador destacó en el Consejo de Derechos Humanos la solidaridad de la isla, y en particular el envío de casi 60 brigadas médicas del Contingente Internacional Henry Reeve a 41 países y territorios golpeados por la pandemia.
También resaltó aquí que la nación antillana sigue fortaleciendo su marco jurídico-institucional para la protección y promoción de todos los derechos humanos, guiada por la Constitución de la República.
La implementación del Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, el Programa Nacional contra el Racismo y la Discriminación Racial y el nuevo Código de las Familias, que los cubanos debaten por estos días, son ejemplos concretos, sentenció.
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