En una orden conjunta entre la cancillería y el Ministerio de Justicia, la administración del presidente Jair Bolsonaro otorga «visa temporal y permiso de residencia con fines de acogida humanitaria».
De acuerdo con el texto, tal autorización tendrá «una vigencia de 180 días» y el permiso de residencia es por dos años y también puede ser solicitado por ucranianos que residen en esta nación «independientemente de la condición migratoria».
Bolsonaro afirmó esta semana que Brasil continuará en la imparcialidad respecto a las operaciones militares de Rusia en Ucrania.
«No vamos a tomar partido, vamos a continuar por la neutralidad y a ayudar en lo posible a la búsqueda de una solución», comentó el mandatario de tendencia ultraderechista, en el litoral municipio de Guarujá, estado de Sao Paulo.
Informó que el pasado domingo conversó con su homólogo ruso, Vladimir Putin, y obviamente habló sobre Ucrania, pero el detalle lo «reservo como secreto».
Hace dos semanas, el exmilitar se reunió con Putin en su visita a Moscú.
Luego de la plática, el gobernante brasileño aseveró que su similar buscaba la paz y por ende Brasil era solidario con cualquier país que desee solucionar los conflictos de forma pacífica.
Este jueves Rusia y Ucrania acordaron la provisión conjunta de corredores humanitarios para trasladar a la población civil fuera del territorio ucraniano y la posibilidad de establecer un cese el fuego temporal durante el periodo de evacuación.
Rusia inició el 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL) solicitaran ayuda para repeler la agresión de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
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