El ministro Ricardo Lewandowski, del Supremo Tribunal Federal (STF), cesó la víspera la última acción penal contra Lula dentro del marco de la operación judicial Lava Jato.
Se trata del presunto tráfico de influencias en la compra de aviones de combate Gripen, fabricados en Suecia, destinados a la Aeronáutica.
Tal pedido de interrupción fue realizado por la defensa del exmandatario, que criticó las acciones de la Lava Jato y alertó que existió un plan para utilizar el derecho a atacar al fundador del PT y a su defensa.
Los abogados del petista utilizaron, en el recurso, mensajes filtrados del excoordinador de la Lava Jato Deltan Dallagnol, en los que «intenta construir una denuncia».
En la red social Twitter, Hoffmann asegura que la acusación es falsa y apuntaba a un tráfico de influencias en la compra de los cazas suecos, acción orquestada por «fiscales parciales».
La Fiscalía del Distrito Federal alegó, sin pruebas, que Lula recibió una carta del ex primer ministro de Suecia Stefan Löfven, sugiriendo una reunión con la expresidenta Dilma Rousseff.
El encuentro sería para que el líder del PT utilizara su influencia en el Gobierno de Rousseff y comprar los aviones de combate suecos. Sin embargo en la acusación no hay pruebas de que la misiva haya llegado al exdirigente metalúrgico.
«La decisión del STF es una victoria de la verdad… La última acción penal contra Lula cae al suelo. Valió la pena la lucha», escribió Hoffmann.
En un comunicado, los abogados defensores Cristiano Zanin Martins y Valeska Zanin Martins recuerdan que autoridades civiles y militares, exministros y Rousseff señalaron que la decisión de Brasil de adquirir los cazas Gripen no tuvo intervención de Lula.
«La decisión es un importante registro histórico sobre el uso estratégico del derecho para fines ilegítimos (lawfare (guerra jurídica), practicado por la Lava Jato que atentó contra el propio Estado de Derecho y dañó la democracia en el país», afirmaron los juristas.
Tras recuperar sus derechos políticos, Lula encabeza todas las encuestas de opinión rumbo a las justas comiciales de octubre en las que espera reelegirse el mandatario Jair Bolsonaro y llegar al poder el exjuez Sérgio Moro.
Este miércoles, el exlíder sindical corroboró durante una visita a México que volverá a competir por la presidencia de su país.
«Pensamos disputar las nuevas elecciones en Brasil», afirmó durante su participación en la segunda Asamblea de Legisladores del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), del presidente Andrés Manuel López Obrador, realizada en Ciudad de México.
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