«No hemos terminado, son muchos hechos los que me señalan y estamos tratando de pronunciarnos en cada uno de los aspectos, les podría decir que no hemos llegado ni a la mitad,» confirmó Aifán, al salir del recinto.
La juzgadora acudió este viernes ante el magistrado Roaldo Chávez, pesquisidor en uno de los antejuicios en su contra, en esta oportunidad por supuestas diligencias ilegales en el expediente Comisiones Paralelas 2020, una red de tráfico de influencias en el proceso de elección de magistrados para Corte Suprema de Justicia y salas de Apelaciones.
Chávez deberá decidir si procede la denuncia presentada por el Instituto de Magistrados y retira la inmunidad a Aifán, víctima de persecuciones penales desde hace varios años, pero sobre todo en 2021 y en lo que va de curso de 2022 (hasta siete acciones en su contra para destituirla).
Siete de los 13 magistrados de la Corte Suprema de Justicia que decidieron seguir adelante con el proceso de antejuicio están implicados en casos de corrupción que ella juzgó, publicó en su cuenta oficial en Twitter la organización Justicia Ya con un llamado a apoyar la lucha actual contra la impunidad.
A pesar de que no se permitió público en la sala, no estuvo sola ni adentro ni afuera, pues la acompañaron miembros de la Asociación de Jueces por la Integridad, miembros de la Organización Robert F. Kennedy Human Rights, de la Procuraduría de los Derechos Humanos, y de la unidad de Derechos Humanos de Naciones Unidas, entre otras organizaciones.
En los bajos de Torre de Tribunales, también recibió muestras de solidaridad por su valentía e integridad en cada una de las investigaciones de alto impacto a su cargo, como comprobó Prensa Latina.
«No dejemos solos a las y los justos, Ánimo pueblo», decía uno de los carteles colocados a modo de agradecimiento por su lucha contra la corrupción.
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