En declaraciones a la prensa, el organismo castrense precisó que los corredores están acordados con las autoridades ucranianas, y permitirán la salida de la población civil de Mariúpol y Volnovaja, ambas ubicadas en la región rebelde de Donbass.
Al respecto, el alcalde de Mariúpol, Vadím Bóichenko, escribió en su cuenta de la red social Telegram que el establecimiento de esta medida permitirá empezar a restaurar infraestructura clave como el suministro de electricidad y agua, así como recuperar la telefonía móvil.
«También será posible suministrar a Mariúpol productos de primera necesidad y medicamentos esenciales», enfatizó Bóichenko.
Por su parte, el representante de la Milicia Popular de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Eduard Basurin, subrayó que esta ciudad se halla en situación de “catástrofe humanitaria”, pues la urbe no cuenta ni con electricidad, agua, alimentos, ni calefacción, desde hace más de cinco días.
La apertura de vías humanitarias fue uno de los temas claves abordados durante la segunda ronda negociadora entre las delegaciones de ambos países, celebrada el 3 de febrero en la zona del bosque de Belovezha, en la frontera entre Bilarús y Polonia.
El asesor presidencial Vladímir Medinski, quien encabeza a la comitiva rusa en las conversaciones, calificó de «avance considerable» el establecimiento de dichos corredores para «el rescate de las personas atrapadas en la zona de guerra».
Entre tanto, los militares rusos continúan prestando ayuda humanitaria a la población de las regiones de Sumy, Járkov, Jersón y Kiev, así como en Donetsk y Lugansk.
El Ministerio de Defensa detalló anteriormente que solo este viernes estaba previsto repartir 280 toneladas de productos de primera necesidad, medicamentos y alimentos, mientras los órganos federales del ejecutivo, junto con las regiones rusas, ya han preparado otras 10 mil 500 toneladas de carga humanitaria.
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