La Secretaría Ejecutiva de la Conred confirmó que con el apoyo de Bomberos Unidos Sin Fronteras trasladaron a 70 pobladores de la aldea Morelia, San Pedro Yepocapa, en el departamento de Chimaltenango, hacia Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla, ante el incremento de la actividad del cono desde ayer.
Similar estrategia se siguió con 150 vecinos de Panimaché I y II, comunidades ubicadas a las faldas del edificio volcánico, a unos 60 kilómetros al oeste de esta capital.
En seguimiento a la erupción, el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) informó que continúa el descenso en la barranca Ceniza de flujos piroclásticos (mezcla de gases, cenizas y bloques de roca a altas temperaturas y velocidades).
Estos son más grandes e intensos, confirmó en su más reciente boletín especial, en el cual alerta sobre oleadas que empiezan a desbordarse a los lados de la barranca.
«La erupción podría continuar incrementando su energía y producir el descenso de más flujos piroclásticos a las barrancas Ceniza y Santa Teresa u otras», adelantó.
En ese sentido, la Conred recordó a las personas que habitan en comunidades aledañas y se encuentran en situación de riesgo, promover la autoevacuación y poner en marcha el Plan Familiar de Respuesta.
Asimismo, escuchar la información oficial a través de la Conred, el Insivumeh y los medios de comunicación para no generar pánico innecesario y tener lista la Mochila de las 72 horas.
Ubicado entre los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango, a aproximadamente 50 kilómetros de la ciudad de Guatemala, el volcán de Fuego tuvo el 3 de junio de 2018 una de sus erupciones más fuertes en 44 años.
Entonces, el flujo piroclástico arrasó con varias comunidades asentadas en las faldas del cono y dejó más de 400 fallecidos y desaparecidos, así como cerca de dos millones de habitantes afectados.
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