En un boletín publicado con motivo del Día Internacional de la Mujer, el instituto recuerda que ellas ocupan históricamente las posiciones más vulnerables en los nichos laborales.
Se ven más afectadas por la desocupación y tienen más dificultades para reinsertarse, además de cobrar menos que los hombres, a pesar de tener un nivel de estudios más alto.
En el tercer trimestre del año pasado, hubo un millón 106 mil de mujeres menos en la población activa en comparación con el mismo periodo de 2019, alcanzando un total de 46 millones 398 mil.
Los datos, procedentes de la Encuesta Nacional de Hogares, revela Dieese, son una parte expresiva de las trabajadoras que abandonaron el mercado laboral durante la pandemia y aún sin regresar en 2021. De esa reducción, 925 mil eran negras.
Entre las ocupadas, el año pasado hubo aproximadamente un millón 670 mil menos, de las cuales un millón 211 mil eran negras.
Y las desempleadas aumentaron en 564 mil, con 285 mil negras y 277 mil no de esa raza.
La diferencia también se observa en la tasa de paro, que en el caso de las mujeres pasa del 14,3 por ciento en 2019 al 15,9 en 2021. La de los hombres, en cambio, se mantuvo estable: del 10 al 10,1 por ciento.
Por su parte, las féminas no negras tienen una tasa de desempleo del 12,5 por ciento, mientras que las negras ascienden al 18,9.
En ambos casos, las mujeres tienen dificultades para volver al mercado. Prácticamente la mitad de las mujeres negras (49,9 por ciento) y no negras (47,6) en situación de desocupación llevaban más de un año buscando un nuevo empleo.
Tal panorama es «un reflejo de la crisis sanitaria y de la desestructuración del mercado laboral anterior a la pandemia, pues, en el tercer trimestre de 2019, las proporciones de mujeres negras (37,5 por ciento) y no negras (35,2) eran elevadas», apunta Dieese.
Mujeres de todo Brasil protagonizarán este martes manifestaciones en más de 30 ciudades de al menos 15 estados y el Distrito Federal, contra el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, al cumplirse su día internacional.
«El Gobierno de Bolsonaro ha dificultado aún más la vida de las personas, afectando principalmente a las mujeres de la clase trabajadora», denuncian agrupaciones vinculadas al género.
Entidades y grupos feministas pretenden ocupar las calles y las redes sociales para gritar «Por la vida de las mujeres» y «¡Bolsonaro nunca más!».
Las del mal llamado sexo débil buscarán además «un Brasil sin machismo, sin racismo y sin hambre». Tal lema nacional resume las diversas batallas libradas por las brasileñas y que abre las primeras luchas sociales en el año.
mem/ocs