Tras el inicio de la operación militar rusa en Ucrania dos semanas atrás, la mayoría de las naciones europeas comenzaron a recibir a esas personas de forma expedita, pero Londres aclaró que solo recibirá a los familiares de ciudadanos británicos que cumplan con los trámites de visado establecidos.
El ministro de Transporte, Grant Shapps, admitió este miércoles que de las 22 mil solicitudes recibidas solo se han otorgado 760 visas, cifra que el líder del Partido Nacional Escocés en el Parlamento británico, Ian Blackford, calificó de “vergonzosa”.
Según el político opositor, el Gobierno conservador ofreció la respuesta más incompetente, burocrática y lenta de toda Europa al tema.
En su defensa, el primer ministro Boris Johnson prometió acelerar el proceso con la apertura en Francia y otros países de centros temporales para tramitar las solicitudes de visa en los próximos días.
El gobernante dejó claro, no obstante, que se mantendrán los chequeos de los solicitantes para garantizar que cumplen con los requisitos establecidos para proteger la seguridad nacional del Reino Unido.
No sería correcto poner en peligro la seguridad del país y no lo haremos, recalcó Johnson.
De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas, más de dos millones de personas salieron de Ucrania desde la entrada de las tropas rusas en ese país el 24 de febrero pasado.
Rusia lanzó ese día lo que el presidente Vladimir Putin calificó como una operación militar especial en la región autónoma ucraniana de Donbass, después que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk le solicitaron ayuda para repeler la agresión de las fuerzas nacionalistas.
Reino Unido, Estados Unidos, la Unión Europea y el resto de los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acusaron a Putin de lanzar una invasión en gran escala contra el país vecino, e implementaron sanciones económicas y financieras contra los máximos representantes del Estado y el Gobierno rusos, y contra empresarios, bancos, aerolíneas y barcos de ese país.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la nación euroasiática, María Zajárova, declaró que el objetivo de la operación militar rusa no es derrocar al Gobierno de Ucrania, ni ocupar, ni destruir ese Estado.
Subrayó que las metas de Moscú son la protección de Donetsk y Lugansk, la “desmilitarización y desnazificación” de Ucrania, y la eliminación de amenazas militares por parte de la OTAN.
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