Mediante la red social Telegram la representación de la RPD en el Centro Conjunto para el Control y Coordinación del alto al fuego detalló que de las personas afectadas cuatro son residentes de los territorios liberados por sus fuerzas armadas.
En ese sentido, el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov, detalló en el último parte de la operación militar especial que hasta el momento los efectivos de Donetsk han tomado el control de las localidades Mijáilovka, Stavka, Botmanka, Vasílievka y están luchando por Verjnetorétskoye.
Asimismo, el jefe militar precisó que las fuerzas de la autoproclamada República Popular de Lugansk (RPL) continúan su ofensiva, y los combates se desarrollan en el noroeste, noreste y el este de la ciudad de Severodonetsk.
Konashénkov notificó que en las últimas 24 horas, los medios de aviación y defensa aérea de las Fuerzas Aeroespaciales rusas derribaron dos aviones Su-25 ucranianos cerca de Chernígov, un MiG-29 en las inmediaciones de Nóvaya Bykovka y cuatro aeronaves no tripuladas.
Igualmente, agregó que aviones operativo-tácticos del Ejército y drones destruyeron 128 objetos militares ucranianos.
Estos incluyen un sistema antiaéreo Buk-M1, un sistema Osa, cuatro estaciones de radar de detección y designación de objetivos, cuatro puestos de mando, siete depósitos de armas y municiones y 68 puntos de concentración de equipos militares, argumentó el portavoz.
Desde el inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania, el pasado 24 de febrero, las fuerzas armadas han destruido un total de 111 aviones, 68 helicópteros, 160 vehículos aéreos no tripulados y 159 sistemas de misiles tierra-aire.
Como parte de las acciones los efectivos rusos desmantelaron, además, mil 353 tanques y otros vehículos blindados, 129 lanzacohetes múltiples, 493 piezas de artillería de campaña y morteros, y mil 96 vehículos militares.
A decir del presidente Vladimir Putin, uno de los objetivos fundamentales de esta operación es «la desmilitarización y la desnazificación» de Ucrania.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica con armas de alta precisión.
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