Luis Beatón
Jefe de la Redacción Norteamérica de Prensa Latina
Miles de voluntarios extranjeros -incluidos estadounidenses- llegan a ese país para participar en el conflicto. Pero un ataque a su campo de entrenamiento el domingo13 de marzo los dejó preguntándose si llegarán siquiera al frente, según ilustró el diario The New York Times.
Algunos vinieron a unirse a las fuerzas ucranianas a cambio de un sueldo, precisó la publicación al abordar cómo muchos se suman a una llamada Legión Internacional para la Defensa Territorial de Ucrania.
En una entrevista concedida a ese diario el 11 de marzo, Anton Myronovych, portavoz de las Fuerzas Armadas de Ucrania, dijo que había hasta mil combatientes entrenando en el Centro Internacional de Seguridad y Mantenimiento de la Paz, el complejo militar cercano a la frontera con Polonia bombardeado por los rusos.
«Los extranjeros más hábiles y mejor preparados ya han sido desplegados en la primera línea», dijo el Myronovych. «Y están luchando con los ucranianos, hombro con hombro», apuntó el rotativo.
Cita el caso de un joven nombrado Adan, quien se alistó formalmente en la Legión Internacional Ucraniana y le pagarán, dijo, el equivalente a tres mil dólares al mes, aunque hay otros que afirman recibir sumas mayores por sus “servicios”.
Según reportes, los llamado soldados de la fortuna son personas con experiencia militar que luchan o participan en un conflicto bélico para su beneficio económico y personal, normalmente con poca o nula consideración por la ideología y que, en general, son asesinos a sueldo.
En Ucrania, los propios llamados de las autoridades propiciaron su auge desde 2014 cuando fue derrocado el gobierno electo democráticamente del presidente Viktor Yanukovich.
De acuerdo con un informe del sitio libertarianinstitute.org, a la cabeza de estos grupos en Ucrania está el llamado Batallón Azov que llamó a los neonazis de occidente a tomar las armas en esta nación europea.
El mercenarismo en acción
Los militantes nacionalistas blancos y neonazis están acudiendo en masa a Ucrania para participar como fuerzas de choque contra las tropas rusas tras una petición de voluntarios extranjeros del presidente Volodymyr Zelensky, informó el diario The Washington Post.
Ya llegaron miles de combatientes, muchos de los cuales se dice que tienen «la visión compartida de un etnoestado ultranacionalista», señaló el informe del Libertarian Institute.
Una significativa cuantía de los que esperan unirse a la lucha en Ucrania es reclutada por el Batallón Azov, con sede en Mariupol, y por otras facciones étnico-supremacistas que utilizan su presencia en las redes sociales para reforzar sus filas con ciudadanos extranjeros.
«El grupo de chat oficial de Azov en Telegram se llenó de mensajes de personas de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Francia, España, Países Bajos, Suecia, Polonia y otros países occidentales que expresan su interés en unirse», escribió en ese diario el 14 de marzo Rita Katz, supervisora del extremismo.
La también cofundadora de Search International Terrorist Entities Intelligence Group, una firma de inteligencia privada con sede en la capital estadounidense, precisó que no vio este nivel de actividad de reclutamiento en todo el movimiento desde que el Estado Islámico declaró su llamado califato en 2014 y buscó simpatizantes en el mundo para que entraran en su redil.
Citado por Libertarian, un posible voluntario, veterano militar británico identificado sólo como «D», dijo que viajar a Ucrania le permitiría «matar más judíos». Más tarde señaló que había formado un grupo de otros ciudadanos del Reino Unido para unirse a él.
Aunque el Batallón Azov suele estar en desacuerdo con el presidente Zelensky- quien es judío-, se integró formalmente en la guardia nacional y las fuerzas de seguridad de Ucrania no mucho después del golpe de estado de Maidan de 2014.
Apoyo de Washington y sus aliados euroccidentales
A pesar de los intentos de algunos gobiernos de impedir que sus envíos de armas vayan a parar a esos grupos, Azov fue fotografiado recientemente portando pertrechos occidentales, mientras Estados Unidos, Reino Unido y una larga lista de aliados inundan la zona de guerra con lanzacohetes, misiles y otra ayuda militar letal, precisó el informe. No está claro, señaló la publicación, si el gobierno de Biden tomó alguna medida para evitar que los violentos supremacistas blancos de su país viajen a Ucrania o para impedir que las armas estadounidenses caigan en manos de grupos que alaban abiertamente a Adolf Hitler.
El sitio libertarianinstitute.com indicó además que desde el inicio de la crisis en Ucrania, las redes sociales, incluso Facebook y Twitter, relajaron sus normas contra Azov y otros grupos de ese país que adoptan ideologías neonazis, permitiendo a los usuarios expresar su apoyo en el contexto de la guerra.
Twitter permitió al Batallón Azov y a la dirección oficial de la Guardia Nacional difundir llamamientos a la violencia abiertamente racistas, mientras que las plataformas de chat, como Telegram, son muy utilizadas para los esfuerzos de reclutamiento.
Por otra parte, un informe de la publicación digital española La Marea, plantea que Washington permitió introducir a mercenarios de la exBlackwater, actualmente Academi, en suelo europeo, concretamente en el este de Ucrania.
La eventualidad de que los servicios de inteligencia estadounidenses estén tácitamente tolerando el despliegue en el polvorín ucraniano de elementos armados y pagados de una firma tan tristemente célebre como esa (basta solo recordar Iraq), cambia la escala del problema.
Otra publicación digital española, The Objective, señaló que “se buscan contratistas -mercenarios para participar en la guerra de Ucrania contra el Ejército de Vladímir Putin. La recompensa: entre mil y dos mil dólares al día”.
Aseveró que una empresa con sede en Estados Unidos, Silent Professionals, busca agentes capaces de llevar a cabo operaciones encubiertas en suelo ucraniano, así como misiones de extracción y evacuación en las principales ciudades de ese país del este de Europa.
El candidato o candidata debe estar en muy buena forma física y, además, es requisito indispensable que posea un pasaporte de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Ucrania, Polonia o la doble nacionalidad con una nación de la Unión Europea, especificó el anuncio.
En concreto, florece el mercenarismo en territorio ucraniano, algo a lo que no es ajeno el gobierno de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.
rmh/lb