En un comunicado que circula en las redes sociales en español y francés, expresan la solidaridad de los firmantes con las víctimas de todas las partes involucradas en el conflicto ucraniano.
Acusan a la OTAN de ser el brazo militar del capitalismo neoliberal y expandir sus armas de destrucción masiva por Europa y otros continentes, siendo una amenaza a la vida, la soberanía de los pueblos y a la paz mundial.
También rechazan las medidas coercitivas unilaterales implementadas por las potencias occidentales, a las que califican como una flagrante violación de los derechos humanos y un atentado contra los principios de autodeterminación de los pueblos, igualdad entre los Estados y la resolución pacífica de las controversias internacionales.
Todos ellos recogidos en el Derecho Internacional Público y tutelados en la Carta de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Sobre la base de dichos argumentos, claman por una salida pacífica y negociada al conflicto ruso-ucraniano, sustentada en el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk.
Condenan el expansionismo de la OTAN, la proliferación de sus bases militares
en el mundo y especialmente, enfatiza, «sumamos nuestras voces al rechazo del despliegue de armas nucleares. Adicionalmente, deploramos de la forma más enérgica la utilización de mercenarios en la guerra».
Exigen el cese inmediato de las medidas coercitivas unilaterales contra los
pueblos del mundo, considerandolas acciones neocoloniales violatorias del ordenamiento jurídico internacional que afectan indiscriminadamente a la población y menoscaban los derechos humanos.
Proponen un replanteamiento de Naciones Unidas «a los fines de convertirla en una institución realmente democrática y en correspondencia con los intereses sagrados de la humanidad».
En este sentido, refiere el texto, cabe resaltar que la libertad de expresión y el derecho a la vida son bienes jurídicos tutelados por el Derecho Internacional y de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
El comunicado demanda a la ONU a exigir a las grandes potencias el respeto a la vida y el fin de la censura a los medios de comunicación.
Entre los firmantes del documento se encuentran personalidades como Frei Betto (Brasil), Enrique Dussel (Argentina), el vicepresidente primero del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello; Ignacio Ramonet (Francia), Atilio Borón (Argentina), Fernando Buen Abad (México), Stella Calloni (Argentina).
También lo suscriben diputados venezolanos junto a la senadora electa Piedad Córdoba y el escritor Hernando Calvo Ospina, ambos colombianos, Danny Shaw (Estados Unidos), padre Numa Molina (Venezuela), Geraldine Colotti (Italia), entre otros.
Dicho documento concluye exhortando a otras personalidades a unirse a esta clamor mundial por la paz y contra la guerra.
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