Según Zelensky, con su solicitud «no estaba pidiendo demasiado, pues sería para proteger a los ucranianos», a la par que demandó también que Estados Unidos proporcionara aviones de combate.
Ustedes saben cuánto depende del campo de batalla, de la capacidad de usar aviones, aviación poderosa y fuerte para proteger a nuestra gente, nuestra libertad, nuestra tierra, aviones que pueden ayudar a Ucrania, ayudar a Europa, apuntó Zelensky.
Inmediatamente después, en Ginebra, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, reiteró la negativa de la alianza a dar ese paso, pues ello representaría ir a la guerra contra Rusia, dijo.
Para Stoltenberg, la OTAN tiene la responsabilidad de evitar una extensión de la guerra más allá de Ucrania. El conflicto tendrá consecuencias «duraderas» para la seguridad de los aliados, admitió.
Esta es la razón por la que incrementamos la presencia militar en la parte oriental de la alianza atlántica, declaró durante la reunión de ministros de Defensa de la OTAN, cuyo avance al este es visto como una amenaza por Rusia.
Por su parte, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, manifestó que las respuestas del bloque noratlántico a los reclamos de Zelensky, para cerrar el espacio aéreo, representan un freno a sus deseos.
Lavrov recordó que hace unas semanas el mandatario ucraniano se refirió a la necesidad de que la OTAN cerrara el cielo, comenzara a luchar por Ucrania, reclutara mercenarios y los enviara al frente.
El titular ruso recordó que la reacción en ese momento de Zelensky fue bastante agresiva, sin embargo, aclaró que su llamado no surtió el efecto esperado en el bloque militarista occidental, donde, agregó, trabajan gente sensata que pudo enfriar el ardor del presidente ucraniano.
oda/to/gfa