La titular de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), expuso sobre los desafíos de la región y su estado económico, social y ambiental tras la crisis derivada de la pandemia de la Covid-19 y las perspectivas de recuperación.
En su exposición destacó que no basta crecer para igualar, porque no se puede crecer sin igualdad, y la crisis sanitaria aumentó la pobreza, el desempleo y la informalidad con grandes afectaciones, especialmente para las mujeres.
Precisó que la fábrica de la disparidad es la heterogeneidad productiva, las brechas estructurales, baja innovación, inversión y productividad, lo cual la define como injusta, ineficiente y conspiradora contra el desarrollo sostenible.
Bárcena enfatizó que esto se refleja principalmente en los niveles de pobreza y pobreza extrema, que en 2020 aumentaron por sexto año consecutivo, y en 2021, a pesar de la recuperación, tuvo un retroceso de 27 años con 86 millones de personas víctimas de ese flagelo y en riesgo de hambre.
Recordó que en 2022, América Latina y el Caribe crecerá 2,1 por ciento (tras anotar 6,2 por ciento en 2021) en un contexto internacional de conflicto bélico, menor comercio, posibilidad de retiro de estímulos monetarios que incrementarían el costo del financiamiento, y una gran incertidumbre sobre la evolución de la Covid-19.
Frente a ese panorama, significó, la recuperación es una oportunidad histórica para un nuevo pacto social que brinde protección, certidumbre y confianza, y así avanzar hacia un estado de bienestar mediante un gran impulso a la sostenibilidad.
La conferencia de la máxima autoridad de la Cepal, en la sede regional de la FAO, en Santiago de Chile, sirvió de homenaje a su trayectoria, a pocos días de dejar la Secretaría Ejecutiva de esa organización, donde su trayectoria fue considerada de fructífera y fundamental.
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